Memorias de un confinado: un verano anormal

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Desde el 20 de junio estamos en verano y como bien sabéis no es un verano ‘normal’, estamos en el verano de la ‘nueva (a)normalidad’, un término que me parece irrisorio por no decir otra cosa mayor, pero como este ciclo de reflexiones llamadas ‘Memorias de un Confinado’ tiene como finalidad sacar aspectos positivos que se hacen o han hecho dentro del Estado de Alarma, prometo no sacar sapos y culebras con el ‘Memorias’ de hoy.

Este verano como bien os digo, no será un verano más en el que todos podamos acudir a: viajes al extranjero o pueblos que estén fuera de nuestras comunidades autónomas, al menos por el momento y por ese motivo, considero que el hermanamiento entre compatriotas debe ser esencial para que entre todos nosotros podamos salir delante de este fatídico periodo en el que tantos muertos hay a causa del Covid-19. La nueva normalidad en este verano espero que sirva como lado positivo para que los españoles y los residentes de buena fe que habitan aquí, entre todos nos ayudemos los unos a los otros porque como bien sabéis en esta sociedad globalista podemos encontrar más egoísmo puro que la solidaridad colectiva entre nosotros y por ese motivo una vez que se pueda viajar os pido a cada uno de los que me estáis leyendo a que consumáis producto español, acudáis a locales ubicados en España y que si tenéis las posibilidades económicas de salir fuera, disfrutéis de vuestras vacaciones dentro de nuestro país, .

Se lo debemos a cada ciudadano solidario que ha dado su vida por nosotros ya sean sanitarios o de las Fuerzas de Seguridad del Estado y también a cada pequeño y mediano comercio que nos ha abastecido para que en este tiempo de penurias obtengamos el mejor servicio posible y cómo no, también a grandes almacenes como Zara y a su magnífico dueño Amancio Ortega por realizar en estos periodos por sacrificar su economía en favor de los españoles. Cada uno de estos que acabo de citar considero que merecen ser homenajeados de la mejor manera posible, en unos casos siendo cautelosos para evitar enfermar en un futuro y en otros, comprando y consumiendo en sus respectivos negocios.

Lo que queda de junio será posiblemente unas fechas de transición en las que no vamos a poder disfrutar de los momentos de ocio que tendríamos en otra situación, pero espero que sirva a su vez para que apelemos más al hermanamiento entre paisanos. Ese pequeño negocio en el que el panadero ha estado a nuestro servicio arriesgando su salud o en el que un local de hostelería decide renunciar libremente a partir de la Fase 1 y 2 por miedo a que dentro de su lugar de trabajo acaben habiendo futuros contagiados merecen una condecoración y esa debe ser la de premiarles con una sonrisa, una carantoña y consumiendo dentro de sus establecimientos.

Siempre lo he dicho y siempre lo diré que en un mundo repleto de egoístas dentro de la Unión Europea lo que debemos hacer es aunarnos todos porque España es una gran nación gracias a los españoles y a todos aquellos que vienen para sumar poniendo de su parte para que volvamos a ser esa nación grande, solidaria y de prestigio que hemos sido años atrás. Comenzó un verano anormal, pero al mismo tiempo será una fecha para enmarcar por la solidaridad y la alianza que habrá entre españoles.