La nana sonámbula de Pedro Sánchez

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¿Hay nanas que producen insomnio?

El otro día fue entrevistado, en PRIME TIME en una de «sus» televisiones y por uno de «sus» entrevistadores de cabecera, nuestro Presi en funciones, Doctor en economía «in pectore y por la jeró», para mayor gloria suya. Está muy acostumbrado ya al Falcon, a repartir «pesebres públicos» solo a los suyos, a tener un equipo médico en Moncloa con 14 integrantes… en fin, todo un hombre hecho y derecho.

Con estos antecedentes, y alguno más que obvio, nos vino a contar un futurible que no se lo cree ni él: si formaba un gobierno de coalición con Podemos, NO PODRÍA DORMIR y, además, extendiéndolo al 95% de los españolitos que viviríamos en permanente angustia y zozobra.

¡Pero esto qué es! ¿No era tu «socio preferente» para formar un gobierno progresista?… y luego vetado. Éste es el mantra que hemos venido soportando desde las elecciones y que, además, ha puesto en marcha en muchos gobiernos autonómicos y municipales gobernando con Podemos. Y hasta ha llegado a traspasar una línea roja con Bildu en Navarra y con Torra en la Dipu de Barcelona. Qué nos estás contando, tienes más cara que espalda y, además, de cemento armado. Cualquier nana, dulcemente cantada, dormiría a cualquier niño; por ejemplo ésta:

Duérmete niño,
duérmete ya;
que vendrá el coco
y te comerá.

Pero si a esta misma nana, le cambiamos el coco por Iglesias, ¿quieres decir que un cuarentón como Sánchez se asusta y no puede dormir? ¡Venga ya! Valeriana al poder y a contar ovejitas, que eso sí da sueño. Rajoy ya nos pintó a un Iglesias con rabo, cuernos y tridente, para polarizar y dirigir el voto hacia el PP, algo que consiguió en gran medida, pero que no cubrió las expectativas que él tenía, y tú, ahora, nos quieres «hacer un rajoy» para que los votantes veamos en tí al más guapo y listo de los progres. No tragamos.

Si tanto miedo tenías a Iglesias haber luchado hasta la extenuación para conseguir un gobierno sustentado por 180 diputados con Ciudadanos, que lo tenías ahí, y ni siquiera lo intentaste. Pero claro, como Rivera es un malo malote y te vetó, pues nada… a marear cinco meses a todo el país, toreando a Podemos, con mentiras, en la plaza de primera, mientras le hacías arrumacos en las de segunda, viendo pasar los días plácidamente, instalado en Moncloa, hasta el 23 de septiembre, y haciendo caso a tu gurú de cabecera «Iván el terrible».

Y digo terrible porque éste sí que nos infunde miedito como «influencer sanchista». Por un lado, le estará comiendo el tarro e ilusionando en que, con un poquito de suerte, se puede quedar a poco de la mayoría absoluta, en cuyo caso, le bastaría sólo pactar con el PNV – ejemplo donde los haya de Partido de Estado – y con Revilla – otro que tal – y que tan solo le pondrían la siguiente condición para que haya un gobierno en España : ¡qué hay de lo mío!, añorando así las viejas prácticas del bipartidismo caduco y trasnochado.

Pero este cuento de la lechera, tiene muchas posibilidades de que la leche se derrame, porque Sánchez va contra todos, y todos contra él, y éso, para uno que no duerme a pierna suelta, sí que es un quebradero de cabeza. Por otro lado, Iván le ocultaría o le minimizaría  la cantidad de cosas que pueden pasar de aquí al 10-N, y todas desfavorables para Sánchez; y no te digo más si se hiciera pública la sentencia de los EREs (que ya maniobran para que no caiga esa breva ahora). Tampoco le diría lo que le pasó a Artur Mas, David Cameron, Theresa May, etc, fiascos prácticamente imposibles, que se hicieron realidad, «malgré lui». Fueron a por lana, y salieron trasquilados.

Así pues, como dice el refrán, hasta el rabo todo es toro, y a ver si le puede pegar una «corná electoral al Niño del sanchismo» que lo envíe a la enfermería de su casa y no a la de la Moncloa. Por el bien de la mayoría, y para que los demás durmamos en paz.