Fuego amigo es el que te llueve desde tus propias filas.
En casi todas las guerras y batallas, la infantería de primera línea, los de a pié, han sufrido muchas bajas debido a proyectiles lanzados, normalmente, por la aviación o la artillería propia, ya sea por equivocación o por error de cálculo.
En los partidos políticos, esto también ha pasado, pasa y pasará, pero con una diferencia sustancial: en política, el «fuego amigo» no se produce por error; es maquiavélico, sibilino, y está muy bien dirigido y calculado. Lo máximo que puede suceder es que se produzca alguna que otra víctima colateral.
Cierto es que, el que más y el que menos, tiene algún «marroncete» en su armario, y claro, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pero hay muchos que tienen auténticos «marronazos» y cuando le abren su armario, el hedor se expande, corre como la pólvora y pasa eso del «aquí te pillo aquí te mato».

Pues esto le acaba de pasar a Cifuentes, lideresa de un Partido con muchos armarios pestilentes, a la que «algún amigo» le ha abierto su armario, filtrando así, a la prensa, su «marrón-máster». De lo bochornoso y penoso del asunto, con derivadas malignas para la universidad, sus alumnos y profesores, y judicializado como está el tema, nada voy a comentar.
Está todo, o casi todo dicho, pues durante las últimas semanas se ha convertido en noticia de primera plana en los periódicos y en apertura de telediarios…. y lo que te rondaré, morena. En lo que sí voy a incidir es en la reacción de Cifuentes; responde al «fuego amigo» con un «morir matando» y se ha marcado un «Sansón» en toda regla. Me explico…
Dalila, traicionó a Sansón entregándolo a los filisteos, y cuando éste recuperó su inmensa fuerza, derribó las columnas del Templo, muriendo él junto con muchos filisteos. Es decir, como diría mi abuelo, «tot per l’aire». Pues eso, Cifuentes ha abierto el pestilente armario pepero de Madrid, arrastrando a su suerte a muchos «filisteos», como respuesta a la apertura del suyo, y que cada palo, aguante su vela.
Ante tamaña tempestad, no creo que quede estaca en pared.
Con los años de mili que lleva la Cifu en las filas peperas, conoce marrones ajenos, para dar y vender. Cuando el «fuego amigo» se desboca, se va de las manos, se torna impredecible, o predecible, según se mire. Así, la gran mayoría de gaviotas en el PP padecen el mismo mal, endémico y sistémico, LA CORRUPCIÓN, y hasta ahora, se han ido tapando unas a otras, pero ahora va aflorando de forma furibunda y entramos en el «y tú más» y en el «sálvese quien pueda», y todo dependerá de la mano o manos que mecen la cuna, para conocer la cantidad y calidad de marrones que salgan a la luz publica y, evidentemente, todo esto tiene visos de derrumbe del PP, cual castillo de naipes, y no sólo en Madrid, sino en toda España.
Así pues, aviso a navegantes… !Ojo con el fuego amigo!