El mismolingüismo

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Probablemente algunas tesis de los secesionistas de la lengua entre valenciano y catalán son exageradas, pero este artículo lo dedicaremos a señalar dos errores garrafales de los que hemos dado en llamar, sacásticamente, los mismolingüistas, que son los que dicen que son la misma lengua, por supuesto catalán.

El primer error garrafal mismolingüista consiste en comparar la supuesta dependencia o consideración de misma lengua entre el catalán y el valenciano, con la que existe entre el castellano y el argentino, o incluso entre el castellano y el andaluz, despreciando los cerca de tres siglos de diferencia entre ambos procesos, la reconquista de Valencia en el siglo XIII y la de Granada o América en los albores del XVI.

Precisamente, esos tres siglos marcan la diferencia entre incipientes lenguas romances sin conciencia individual ni documentación escrita, en el siglo XIII, y la casi absoluta consolidación de la mayoría de las lenguas romances en el siglo XVI, incluida sin duda el castellano. Cuando la lengua castellana llega a América o incluso termina la reconquista andaluza, ya está plenamente consolidada en la documentación oficial o privada y cuenta con muy notables y difundidas obras literarias, mientras que a Valencia los conquistadores cristianos de las más diversas procedencias trajeron un conjunto de dialectos romances sin forma escrita ni conciencia de ser lenguas diferenciadas, seguramente porque no lo eran.

Ningún lingüista o filólogo que se precie puede negar esta diferencia crucial en ambos procesos de expansión de las lenguas, a menos que sea un mismolingüista. Son los que dicen que los catalanes trajeron la lengua catalana durante la reconquista, los que nos tendrían que mostrar alguna prueba, no sé, una carta, unos poemas, lo que sea, que demuestre su existencia en este momento del tiempo, y si no fue durante la reconquista sino después, nos tendrán que explicar cuándo y cómo, no vale con una suposición.

Así llegamos al segundo error garrafal de los mismolingüistas, que consiste en admitir que en el sistema lingüístico que nos ocupa existen dos variedades principales, pero a la vez insistir en que son catalán oriental y catalán occidental, cuando lo lógico, lo normal, lo racional, lo coherente con la historia de este sistema lingüístico y su evolución desde un punto de vista literario y científico, sería conocerlas como valenciano y catalán.

Nooooo, anatemaaaaaa, admitir que en media Cataluña se habla valenciano es inadmisible para los mismolingüistas, mientras que los mallorquines tienen que comulgar con las ruedas del molino catalán y hasta los valencianos nos tenemos que tragar que toooodo sea catalán y más catalán. No es de extrañar que muchas personas, más allá de tener unos conocimientos lingüísticos mayores o menores, piensen que se metan su catalán donde les quepa.