LA AUXILIAR INYECTABA SUPUESTAMENTE GAS EN LAS VENAS A ANCIANOS
Beatriz, auxiliar de enfermería que, supuestamente, provocó la muerte de dos mujeres y lo intentó con otras dos pero estas últimas sin resultado, seguramente esconde traumas y frustraciones relacionados con su pasado y ésta fue su venganza. Inyectaba gas en el torrente sanguíneo provocando de este modo una embolia gaseosa y, consecuentemente, la muerte.

Con urgencia, debiera hacerse un análisis exhaustivo del personal sanitario, está en juego la vida de las personas. He sido conocedora de casos de psicosis o bipolaridad, sin tratamiento, dejando a su cargo de forma negligente las vidas de seres humanos. He recibido insultos de una auxiliar que, sin respetar la privacidad, entra en el baño y grita, sabe más que los psicólogos y los médicos, a la una de la madrugada y dando portazos. No pasa nada, será la protegida de alguien.
Situaciones que jamás deben callarse porque hay ángeles de la muerte que se creen o imaginan médicos sin serlo, dioses que perdonan o arrebatan la vida. Tremendamente desequilibrados, acomplejados y usurpadores, quieren sentirse lo que no son y nunca serán, con la peligrosidad añadida de que estos actos suelen ser repetitivos. Puede esconderse detrás una psicopatía en la raíz, como los que se consideran limpiadores de la sociedad eliminando prostitutas o ancianos, para que emerja una sociedad creada en su mente enferma. Salvadores que han venido a hacer el bien, nuevos mesías de un orden nuevo.

También puede ser un trastorno paranoide con alucinaciones, y en ese momento la anciana pierde su identidad y se transforma en la abuela, la suegra, la jefa, el personaje que sintió la dañaba en su pasado, en algún momento de su vida, y es a esa otra identidad a quien ataca hasta causarle la muerte. Todas las víctimas con un rasgo común, de edad avanzada pero sin enfermedades terminales ni grandes sufrimientos, sino quienes iban a recibir el alta.
Las cámaras del Hospital de Alcalá de Henares son pieza clave durante la investigación. Si demuestran su culpabilidad, más pronto que tarde se derrumbará emocionalmente y dará las claves de los supuestos crímenes. Dos víctimas con una diferencia de dos años, coincidiendo con una etapa en la que estuvo de baja porque un paciente la había agredido. Coartadas, deformaciones de la realidad, manipulaciones para ser protegida y creída.
Y también habrá que investigar si una o más personas han ayudado, en pequeña o gran medida, por acción u omisión, a sus escabrosos planes. Insisto, prioridad a los exámenes psicológicos en cualquier trabajo como prevención de estos no ángeles sino auténticos demonios que siembran la muerte.