Hay que potenciar y fomentar el talento, cambiar el sistema productivo, I+D+I, Sistema educativo efectivo y estable, Independencia de la justicia, Seguridad ciudadana, Financiación autonómica, Stop Corrupción…
Los eslóganes o las frases de moda están muy bien, pero la gran dificultad está en implementarlas y llevarlas a buen término. En principio no creo que ningún español tenga ninguna duda en que es necesario llevar a buen puerto, cada una de estas iniciativas y por lo tanto surge la gran pregunta ¿Por qué no se llevan a cabo?
Bajo mi punto de vista el problema es de la política, se pierde mucho más tiempo en las cloacas de la política que en la solución de los problema, mientras la política siga siendo una vía de salida para gente incompetente, será difícil cambiar nada, en primer lugar y analizando la primera frase, “hay que potenciar y fomentar el talento”, nada más lejos de la realidad, es prácticamente imposible potenciar y fomentar el talento en la sociedad, cuando en la política se va por una vía muy diferente.
Esta semana sorprendía una noticia en El Español que apuntaba “Hasta 40 parlamentarios del Congreso de los Diputados no tienen una experiencia laboral anterior”. Los medios de la derecha hacían caer todo el peso de la noticia sobre Podemos, ya que 10 de sus 67 representantes nunca se habían ganado la vida hasta llegar a la política, pero para mí todavía es más grave la situación del PP, esos que siempre se han vendido como los buenos gestores, que de sus 134 parlamentarios, 17 sin experiencia más allá de la política, por no hablar de que Fátima Báñez, que ha llegado a ser ministra de trabajo sin más experiencia laboral que la política. El PSOE llevo a Jose Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del gobierno con la única experiencia de la política, de ahí la brillante idea de en plena crisis gastarse el poco dinero en obras inútiles, el famoso plan E, toda una genialidad de un incompetente. Hemos visto como Pujol, manejaba los cargos de Catalunya a su antojo…
He podido comprobar como muchos de los políticos casposos se rodean de colaboradores serviles, que además como condición indispensable tengan baja capacitación y necesiten del sueldo del partido para subsistir, que sean personas que van a cumplir órdenes sin cuestionarse nada, evidentemente esta manera de proceder genera que los partidos políticos vivan de espaldas a la sociedad, ya que lo que importa es la política interna y como eres visto desde las entrañas del partido para poder ser promocionado, nada tiene que ver con la capacidad o el talento, más bien todo lo contrario, suele verse como un problema ya que puedes convertirte en un competidor. De ahí salen esos parlamentarios que llegan al congreso sin más experiencia que haberse sabido mover en las entrañas de la política de pasillo.
Frase pronunciada en una comida para promocionar a un político español inepto;
“Hay que apoyar al Comandante, cuanto más alto llegue el Comandante, más bien no irá a todos”
Todo lo contrario de lo que marcan los paradigmas de gestión privada y de las empresas modernas, donde está claro que, para gestionar, progresar y crecer, tienes que rodearte de los mejores, la única diferencia es que en la empresa privada los medibles son objetivos y en la política reina la subjetividad. Para rodearte de los mejores tú también tienes que ser bueno y no tener miedos ni complejos, ni trapos sucios con los que te puedan chantajear.
¿Podría revertirse la situación?
Creo que sí, de hecho, ya han cambiado cosas, la irrupción de nuevos partidos como Ciudadanos o Podemos ha hecho romper muchos vicios del bipartidismo, pero todavía queda un largo camino.
Un gran cambio serían las LISTAS ABIERTAS, ahora las ratas de la política trabajan para las organizaciones políticas, viviendo a espaldas de la sociedad, pero ¿qué pasaría si fuera la sociedad quien te tiene que elegir a cada uno de los representantes?, evidentemente todo el trabajo tendría que ir de cara a la sociedad. Los partidos serían más democráticos, ya que los políticos no se deberían a la disciplina interna del partido si no a las necesidades de sus electores, los partidos simplemente trazarían las líneas políticas, se acabaría el llegar a unas votaciones en los parlamentos y ver como todos los partidos votan en bloque independientemente de que estés convencido o no de lo que vas a votar, se minimizaría el estar rodeado de sumisos, ya que todos los que tienes a tu lado se sienten respaldados por el voto popular y no por el dedo del partido.
En definitiva, hay que trabajar para la gente y no para el partido, el partido representa tu ideología y esa ideología hay que plasmarla en medidas concretas y efectivas para el ciudadano. Desde la política se pueden implementar las políticas para cambiar la sociedad, todos estamos obligados a ser políticos si queremos un cambio real.