El portavoz de Ciudadanos en las Corts, Alexis Marí, fulminantemente destituido en el día de ayer, ha pasado en tres años de un centralismo recalcitrante en el que se planteaba incluso la necesidad de la existencia las comunidades autónomas, a comulgar con los planteamientos nacionalistas.
A pesar de su destitución, Alexis Marí acudió junto a otros tres compañeros diputados del partido naranja al acto de rechazo a los Presupuestos Generales del Estado convocado por el presidente de las Corts, el nacionalista Enric Morera. Los nacionalistas, por boca de Morera y con el apoyo de PSPV y Podemos, consideran que hay llegado el momento en el que «los valencianos tienen que plantarse y decir que hasta aquí hemos llegado» y considera que el modelo territorial español está agotado y es la causa del empobrecimiento del ‘pueblo’ valenciano.
Sorprende que Alexis Marí hace menos de tres años, en una entrevista concedida a Valencia Plaza justo después de su elección como líder de UPyD en la Comunidad Valenciana, se plantease la necesidad de la existencia de las autonomías en el estado español y abogase por la devolución de competencias fundamentales como Sanidad y Educación al estado «porque al final tenemos 17 modelos distintos«. «A nosotros nos gusta hablar de ciudadanos, y no de territorios: que cualquier ciudadano español tenga los mismos derechos«, afirmaba Marí en esa entrevista.
Ahora, en cambio, ha comprado el discurso victimista del nacionalismo valenciano e incluso ha caído en la trampa de la territorialización de las inversiones en infraestructuras del estado. En su intervención, Alexis Marí ha reivindicado su independencia política al decir que no se vende por 2.200 euros al mes y se ha reafirmado en que «esto no es un acto nacionalista, no soy nacionalista, es un acto para pedir justicia«.
Los nacionalistas y una parte de la izquierda ha aprovechado el acto, que coincide con la conmemoración de la batalla de Almansa un 25 de abril, para instituir el premio Guillem Agulló, icono del nacionalismo asesinado en 1993 a los 19 años de edad, y para montar un ‘pollo’ a la puerta de la Generalitat porque la policía nacional al identificar a los participantes en la manifestación no autorizada de una treintena de políticos nacionalistas, les ha solicitado con el máximo tacto que se dirigiesen a ellos en castellano, al no entender la lengua valenciana.
Tacto tacto a raíz de lo afirmado por la diputada afectada parece que no. Respecto del victimismo adjetivo que sólo utilizan en ciertas partes de España para justificar el desastre de reparto de inversiones en el Estado , que decir ahí están los datos de reparto por territorios. Datos reconocidos por los protagonistas de este desastre. Si quieren hasta les aplaudimos. Por cierto Mari nunca ha dicho que sea nacionalista pero es lógico que quien se oponga a unos presupuestos en Valencia lo haga también en Madrid. Solo pp i un ciudadanos ya partido y con fugas internas miran para otro lado en esta esperpèntica situación