Agricultura hidropónica, una esperanza real para intolerantes al Níquel

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¿Alguna vez has oído hablar de cultivo hidropónico? Bueno, se trata de un método de cultivo ideal para aquellos que sufren de alergias o intolerancias al níquel.

Vamos a empezar por decir que para el cultivo hidropónico significa el cultivo de plantas sin tierra, sustituida por una solución que contiene agua y diversos nutrientes. Los beneficios para aquellos que son intolerantes a este metal venenoso se derivan del hecho de que el níquel está presente en el suelo en grandes cantidades.

En parte, porque la corteza terrestre está lleno de metales pesados. Y en parte debido a que la tierra absorbe el níquel presente en el agua de lluvia y se filtra por las conducciones, tales como tuberías y aspersores.

Por lo tanto contamina los alimentos que considerábamos en una estado natural y puro. El cultivo hidropónico, por lo tanto, tiene como objetivo eliminar esta contaminación, lo que da como resultado una disminución de la cantidad de níquel presente en las plantas.

El fin principal es consumir frutas, verduras o granos más «limpios» del alérgeno en cuestión.

Agricultura hidropónica: cómo funciona

Los sistemas de cultivo en esta área son esencialmente de dos tipos. El primero consiste en sumergir las raíces de la planta en una solución acuosa que contiene nutrientes.

La otra implica el uso de una capa de material inerte, obviamente sin recurrir a la tierra. A menudo, las plantas debe adaptarse a un contexto en el que se espera falta de oxígeno.

Las condiciones para practicar el cultivo hidropónico deben ser bien investigadas. En la práctica, el agua debe contener oxígeno y nutrientes, y el intercambio de sustancias se realizará en los momentos previstos.

Por lo tanto, la cantidad de sales minerales de agua, oxígeno y siempre debe mantenerse bajo control y equilibrada, con el fin de obtener un crecimiento regular de la planta. También deben ser monitorizados cuidadosamente la temperatura, el brillo, los niveles de dióxido de carbono, humedad y ventilación. Y es necesario para mantener el nivel de pH entre 5,5 y 6,5.

Cultivo hidropónico: valores nutricionales

Cabe señalar que los productos derivados de plantas cultivadas con estas técnicas no presentan diferencias en comparación con las cultivadas «normalmente». De hecho, la diferencia es que en este caso los niveles de toxicidad son más bajos.

Esto sucede porque con hidroponía pueden ser controlada totalmente la administración de fertilizantes. Además, las plantas no se ven afectados por posibles virus o bacterias presentes en el suelo. Así, el control casi completo del proceso de crecimiento y maduración asegura una calidad superior del producto.

Las perspectivas para los intolerantes al níquel son muy reconfortantes. Si con el tiempo aumentase la proporción de cultivos realizados en el cultivo hidropónico, sería posible disminuir de forma exponencial la contaminación por metales pesados y sustancias nocivas.

Son grandes beneficios no sólo intolerantes, sino para todos. Los intolerantes a los metales pesados podrían enriquecer su dieta con alimentos que antes eran inalcanzables. En consecuencia, se puede seguir una dieta más variada y satisfactoria.

Entre las ventajas, reducir el desperdicio de agua y optimizar la producción en virtud de un mayor control «genético» sobre el desarrollo de las plantas. En resumen, más sabor, más salud y un impacto positivo en el medio ambiente también.

No estamos hablando de ciencia ficción ni haciendo futurología. Porque ya hay empresas que producen y venden alimentos que proceden de cultivo hidropónico. Basta pegar un vistazo en Internet para darse cuenta de que el fenómeno se está imponiendo.

Luego están los que se aventuran a practicar la agricultura hidropónica en casa, pero en estos casos se necesitan las herramientas adecuadas y sobre todo el conocimiento técnico y científico imprescindible.

Fuente: Nonna Paperina

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