Un servidor público frente al coronavirus

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Desde el 16 de marzo, un servidor (público), al igual que la inmensa mayoría de mis compañeros de la AEAT, estamos teletrabajando gracias al gran esfuerzo que la Agencia Tributaria ha hecho durante estos últimos años en digitalizar, informatizar e interconectar equipos, procedimientos y personas.

Muchos de mis artículos, siendo diputado de Ciudadanos en el Congreso por Valencia, han hecho referencia a esos escasos medios humanos y materiales que tiene esta casa para la lucha contra el fraude (la mitad que la media UE) y que el bipartidismo, renunció en dotar perdiendo ingresos públicos que ahora necesitamos, sin embargo, la eficiencia y eficacia de este organismo se debe especialmente a su cualificación profesional.

La pregunta es… ¿Qué podemos hacer ahora mismo, ante el caos sanitario, social y económico, desde la Agencia Tributaria?

En primer término, la Agencia Tributaria está haciendo todos los esfuerzos para agilizar el despacho aduanero, de tal forma que la entrada (y salida) de mercancías, permita el adecuado abastecimiento en España de las prioridades sanitarias por el coronavirus (mascarillas, guantes, respiradores…).

De igual forma, se está agilizando las devoluciones, en particular, las de IVA del mes de febrero, que a siete días antes del vencimiento del plazo, ya han sido presentadas un 80% de las solicitudes.

En el ámbito de recaudación, según Reales Decretos Ley 7 y 8/2020, se pone en marcha las nuevas líneas de aplazamientos y el enlace directo a la financiación de empresas y autónomos del sector financiero para atender necesidades de liquidez derivadas del vencimiento de obligaciones tributarias.

En el ámbito de la conflictividad (recursos, revisiones, comprobaciones…) se han pospuesto las notificaciones, impulsando aquellas que sean estimaciones y devoluciones a favor del contribuyente.

Finalmente, desde este lunes, ya se pueden consultar los datos fiscales que posee la Agencia Tributaria (a través de su Web), de cara a la declaración del IRPF y el Impuesto de Patrimonio que arranca en apenas unos días, este 1 de abril, con mejoras en la sencillez y claridad de la información (el 90% se hacen por internet) y que va a suponer un alivio a millones de contribuyentes con más de 12.000 millones € en devoluciones (una media entre 800/1.000 € por declarante), que recibirán desde el mismo 3 de abril.

Solo a modo de recordatorio, en entre otros supuestos, no tendrán que declarar los contribuyentes que hayan obtenido en 2019 rentas procedentes exclusivamente, en tributación individual o conjunta, de rendimientos íntegros del trabajo con el límite general de 22.000 € cuando procedan de un solo pagador, o 14.000 euros, si provienen de más pagadores (con algunos límites).

Especialmente para ellos, para la clase media y trabajadora, funcionarios de la Agencia Tributaria y otro personal contratado y colaborador, se presta un servicio de atención personalizada en sus oficinas, este año con la crisis sanitaria, social y económica que ha provocado la pandemia, más que nunca deberíamos ayudarles, facilitarles e incluso alargar dicho periodo de presentación (el silndicato de Técnicos de Hda. GESTHA propone hasta septiembre), y a ello me encomendaré en su momento, pues como servidor público, no debemos dejar pasar esta oportunidad de hacer fácil el cumplimiento de nuestras obligaciones tributarias, más que nunca necesario para mantener una sanidad que aleje este doloroso coronavirus de nuestras vidas.

Y es que ahora, más que nunca, la AEAT, es un servidor público frente al coronavirus.