Puede que suene a cursilería, a sensiblería, incluso a ñoñería (cuánto me gusta esa letra, la Ñ) pero hasta ahora la tensión, la angustia y la zozobra se han ido instalando en Cataluña – y en España – y van in crescendo hasta alcanzar cotas que se pasan del castaño oscuro, de lo racional, hiriendo todo tipo de sensibilidades. Me explico…
Por un lado la tozudez de los indepes llega a exasperar al más paciente de los mortales que no sea de su cuerda; no voy a entrar en el detalle, pues de todos es sobradamente conocido. Por otro lado, quien tiene que hacer valer el Estado de Derecho y aplicar el imperio de la ley «haciendo política», se dedica a practicar el tancredismo, no toma la iniciativa por lo que va a remolque de los acontecimientos y espera pacientemente a que otros vayan resolviendo el problema, confiando la «acción política» al Poder Judicial que le saca las castañas del fuego. De esta forma el Ejecutivo hace un «Pilatos» como una catedral.
Mareando la perdiz, se encuentra un Partido, populista hasta la médula, que quiere sacar rentabilidad política a todo esto, cual ave carroñera, y se dedica al «nadar y guardar la ropa» al «ni contigo ni sin ti», a invocar el «falso buenísmo» pidiendo diálogo… y cuando les preguntas : dialogar ¿con quiénes se saltan la ley?, ¿con presuntos sediciosos?, te hacen un «Maduro», con lo que la incoherencia más absoluta se convierte en su estandarte. Tampoco voy a entrar en más detalle.
A Compromís los pongo en el mismo saco en donde están sus primos hermanos populistas y al PNV en el egoísmo puro y duro. De los demás, paso.
En la zona constitucionalista tenemos a un partido dividido y bipolar, el PSOE, que dice apoyar al gobierno ante el envite independentista, pero a la vez pide la reprobación de la Vice, aflorando esa «podemizacion sanchista» que pone de los nervios hasta al mismísimo Alfonso Guerra. Tampoco voy a entrar en más detalles sobradamente conocidos.
Por último decir que el único partido que está sin fisuras y de una forma ejemplar con el Estado de Derecho es Ciudadanos que pone cordura, coherencia y sensatez al asunto, con patriotismo bien entendido, no patrioterismo, pero eso sí, azuzando a la pasividad del Ejecutivo e indicándole cual es la hoja de ruta: la aplicación del artículo 155 de la Constitución para que las verdaderas elecciones democráticas se produzcan en Cataluña. Sin duda la mejor y casi única solución.
Y una vez explicado como está el patio político actual, retomo esa sensibilidad herida que decía al principio. A mí hoy me ha aflorado en forma de poema. ¡VA POR USTEDES!
España sin Cataluña
se me antoja una locura.
Gentes de todo el país
han hecho grande esa tierra,
no se debe permitir
que ahora se salgan fuera.
Es como si te amputan
la cabeza si te duele,
acabas con el dolor
pero en el acto, te mueres.
Desde Isabel y Fernando
iniciamos la andadura
de una Nación unida:
con invasiones sufridas,
varias guerras fratricidas
y algún odio que aún perdura.
Tanto monta, monta tanto
Isabel como Fernando.
¡Quinientos años de historia
no se tiran por la borda!
¿Dónde está el «seny catalá»
dónde el sentido común,
se han ido al más allá
para no decir ni mú?.
Simplemente hay que aplicar
el mandato de la Ley,
pues en una democracia
como la que España es,
cómo vamos a explicar
cumplirla y no, a la vez.
Cuando aún lloran Las Ramblas
y con ellas, toda España
hacen falta los poetas
y no los de la protesta
que con razón o sin ella
me están desgarrando el alma. Invoco al insigne Lorca
que a Las Ramblas le cantó,
de los genios es la hora
y no de los sinrazón.
Ya para finalizar
me gustaría mezclar :
La Cibeles y Colón
con Chamberí y Poble Nou
El Retiro, la Gran Vía
El Tibidabo, la Boqueria;
el Bernabéu y el Nou Camp
con merengues y culés
los hay hasta en ultramar,
en la sopa y el puré.