Como este pasado sábado en toda España, después de la Fallas en Valencia saldrán miles de personas a la calle para denunciar una situación insostenible, una precarización de sus vidas a la que nadie ha hecho frente con perseverancia y convicción.
Las pensiones no pueden convertirse en un pulso electoral ni en una cuestión de fuerza, son un asunto urgente que resolver para bien de sus protagonistas: nuestros mayores. Durante la crisis económica muchos valientes han hecho malabares para salir del paso, cuidando a sus nietos, dándolo todo.
La jubilación es un derecho y no una obligación, por ello mismo, debemos garantizar las pensiones, para que cada persona elija con seguridad y libertad cuándo decide dejar a un lado su trabajo y disfrutar con su gente otro trayecto de su vida.
Debemos estar atentos para que los jóvenes no se resignen, para que trabajen con una perspectiva y una hucha de las pensiones que les garantice un futuro digno como mayores, lo que se merece cualquier persona que se ha ganado a pulso su propia recompensa.
No nos sumaremos a los que ya han fracasado, no compartiremos propuestas que agravan la situación, que prometen todo sin tener en cuenta nada, que piensan a corto plazo un problema que se ensancha, arrastrando a las personas hacia un futuro aún más incierto e insostenible, desde la precariedad laboral y una natalidad en la cola de Europa. Mejores trabajos en manos de más personas es un aspecto clave para unas pensiones dignas, no nos engañemos.
Cuesta sortear una crisis económica que sufren los más vulnerables. Toca proponer medidas concretas que nos saquen de un pozo del que no se ha sabido salir. Creemos firmemente en una rebaja de impuestos para los pensionistas con rentas más sensibles, de la misma manera que queremos facilitar los permisos de paternidad y promover otros beneficios para el empleo y la conciliación laboral, familiar y personal, para que tener hijos no sea una carga sino una alegría.
Necesitamos un sistema solvente, estructurado y solidario, que garantice el futuro por el que mucha gente ha luchado durante toda su vida. Queremos una planificación a la altura de estas personas que se merecen toda nuestra atención en un tiempo difícil que las inquieta.