A bote pronto, y sin analizar de forma exhaustiva y milimétrica los últimos resultados electorales, podemos llegar a la conclusión de que, en principio, la jugarreta de adelantar un mes las elecciones autonómicas le ha salido bien a Puig, pues es prácticamente seguro que tendremos reedición del Botànic, con lo que su objetivo primario lo ha conseguido, pero eso sí, con daños colaterales: los nacionalistas de Compromís han perdido fuelle y han pillado un mosqueo mayúsculo con él. Los populistas de Podemos, aún salvando los muebles, siguen de capa caída.
Por otro lado, la irrupción de los ultras de Vox ha sido importante, pero ni ha colmado las expectativas tenebrosas de muchos agoreros ni ha servido para nada. Bueno sí, para que los peperos se pegaran un resbalón morrocotudo. Como última conclusión, Ciudadanos, en su linea, ha sido el Partido que más ha crecido de todos, sorpassando a Compromís y a muy poquito de hacérselo también al PP.

Visto lo visto, los números le salen al «PSC valenciano», pero hay un regusto amargo en el ambiente, máxime por lo que se avecina en un mes: las municipales. Todo parece indicar que las sinergias, en general, van a seguir más o menos igual. Antes de las municipales en clave nacional no se llegará a ningún pacto en firme – problem, problem, para el PSOE -, y en clave europea el Dr. Fake ya ha prometido a Bruselas que nos va a coser a impuestos – otro problem – lo cual le hará perder bastante viento de cola, ése que tan bien le ha venido al «PSC valenciano» y, con toda probabilidad, se estancarán, incluso puede que se desinflen algo.
Su «hermano bipartidista», el PP, a pesar de que cambie a marchas forzadas de estrategia política, anunciando a los cuatro vientos que se va a centrar, su deriva perdedora augura que seguirá bajando. Compromís y Podemos pueden seguir desinflándose, cual globitos de feria, y Ciudadanos puede y debe subir en estas elecciones municipales, con lo que podría conseguir muchas alcaldías en pueblos importantes, o formar Equipos de gobierno.

En este punto, quiero recrearme un poquito, ya para finalizar, en el Cap i Casal. En la ciudad de Valencia, Ciudadanos si ha sorpassado al PP, el cual tuvo desde el principio a 9 de sus 10 concejales imputados y en este momento a todos. Habida cuenta de que María José Catalá no es ninguna figura de peso en la ciudad del Turia, muchos votantes del PP de toda la vida pueden ver en el candidato naranja Fernando Giner el voto útil para echar al tripartito a la oposición.
Por otro lado, como los votantes no somos tontos, y muchísimos se están dando cuenta de que votar a Vox no es rentable, sólo votarán a este partido los auténticos «fachas» de toda la vida, los ultras anclados en el medievo; quien piense un poquito no les volverá a votar. Puede que empiecen así, su camino de retorno hacia la irrelevancia política.
Por último, como el tripartit ha sido tan nefasto para los valencianos por su sectarismo, su pancatalanismo, su ausencia de gestión e imposición ideológica, su falta de transparencia, su incumplimiento de las promesas electorales más elementales… que ha sumido a nuestra ciudad en un caos de movilidad y a nuestras calles y jardines en una insoportable suciedad y abandono, la gran mayoría de los votantes de a pié les puede retirar su apoyo.

Y me da lo mismo que el culpable sea Ribó, con Fuset y Grezzi de escuderos, como Sandra Gómez del «PSC valenciano» como colaboradora necesaria y complaciente, como el trío de concejales de Podemos convidados de piedra.
Tots al carrer !!!
Todo esto, junto a que el partido naranja va a poner toda la carne en el asador y a darlo todo, lo cual me consta, hará que Fernando Giner sea a buen seguro el próximo alcalde de Valencia.