Estos días hemos asistido a numerosas protestas en contra de la discriminación que sufren los valencianos en los Presupuestos Generales del Estado. La infrafinanciación que sufrimos históricamente los valencianos es innegable, pero hay dos modelos de comportamiento frente a este problema. El primero lo hemos visto muchos años con los catalanes de Convergència consistente en quejarse poco pero negociar el voto favorable de sus diputados a cambio de dinero para inversiones en Cataluña. Ahora también lo estamos viendo con el PNV y el diputado canario, incluso con los diputados de Ciudadanos que están presentando enmiendas para mejorar el trato a los valencianos.
Luego está el modelo Compromís, que consiste en quejarse, en quejarse y en seguir quejándose, montando cuantas más manifestaciones mejor, para intentar convencer a la opinión pública que ellos son los únicos defensores de los intereses valencianos. ¡¡GRAN MENTIRA!!
Menos quejarse y más trabajar, que tienen diputados en Madrid que podrían hacer lo mismo que los vascos, catalanes y canarios, negociar el sentido de su voto a cambio de mejoras económicas para los valencianos. Pero claro, para eso hace falta trabajar, y ellos están más cómodos detrás de una pancarta. Eso de trabajar les produce alergia, sin embargo el discurso victimista y las quejas se les dan de maravilla.
No caigamos en su trampa. Los diputados de Compromís no defienden a los valencianos, simplemente intentan promocionar su partido electoralmente. En definitiva, defienden sus propios intereses, no los intereses de los valencianos.
Como dijo en su día Milikito (Emilio Aragón), «menos samba y más trabajar»
@Vicent_Raga
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