Los artistas Nacho Durá y Alejandra de la Torre acusan al director de ZEDRE y de Artgemesí, Lluís Salvador, de apropiarse de su boceto del mural urbano que habían preparado para Algemesí, que sin aviso ni comunicación previos a sus autores está siendo ejecutado por otro artista, Eduardo Bermejo.

Según Nacho y Alejandra, llevaban un año trabajando en este proyecto para un muro que iba a ser una de las obras de arte principales de la actual edición de Artgemesí. En todo ese tiempo, que califican de pesadilla, habrían recibido por parte de Lluís Salvador numerosas exigencias de modificación en la obra para que estuviese relacionada con Algemesí y Josep Renau (1907-1982), el muralista valenciano por excelencia.
Al momento de hacer realidad la obra, Lluís Salvador les exigió que la ejecutasen en mayo, cuando la artista Alejandra de la Torre había recibido una beca que se lo impedía. El otro artista, Nacho Durá, ofreció al gestor cultural dos opciones, esperar a su vuelta o realizarla con otra compañera, Carla Alejandra Ly Sanhueza, a lo que éste respondió con evasivas e intentó rebajar el precio de la obra en un 25%, cuando ya era inicialmente inferior al precio de coste de cualquier pintura no artística de la misma pared.
Enorme ha sido la sorpresa, acompañada de la lógica indignación, cuando los artistas se han enterado por las redes sociales que otro artista, Eduardo Bermejo, la estaba ejecutando con su boceto y ya la tenía prácticamente terminada. Sin previo aviso y sin que los artistas autores del boceto hayan visto un euro.
Otro aspecto objeto de disputa que ha desencadenado esta situación ha sido la modalidad de contratación laboral, puesto que el gestor cultural pretendía que se diesen de alta como autónomos para un trabajo de apenas 4 o 5 días, perdiendo de esta manera la bonificación del primer año por culpa de este fugaz encargo, en vez de contratarlos por cuenta ajena.
Fuentes cercanas al artista que está ejecutando la obra han indicado que a Eduardo Bermejo le dijeron que los autores del boceto estaban de acuerdo con que otro autor lo pintase porque ellos no podían y que lo iban a cobrar sin problemas. También por las redes sociales, Lluís Salvador ha pedido públicamente disculpas a todos los implicados, ha asumido toda la responsabilidad y se ha comprometido a que todos ellos sean compensados por el trabajo realizado. Según el gestor cultural, su «ilusión por crear un proyecto artístico que hiciera feliz a todos ha chocado con ciertos trámites burocráticos que no ha gestionado como debiera«.