Desde Nápoli, con amor.
Cuando nace un nuevo partido político nadie sabe nunca a qué atenerse, pero la tendencia natural es a asociarlo a algo conocido: ¿será conservador y en contra del aborto?, ¿Será demócrata y a favor de los derechos de los trabajadores?¿Será rubio como su padre?¿Será moreno y rollizo como el abuelo?
Lo cierto es que si algo ha caracterizado a Ciudadanos desde su nacimiento es saber moverse entre aguas turbulentas, como lo son las viejas ideologías, y encontrar el punto de equilibrio entre el tradicionalismo conservador y el socialismo trasnochado, encontrando soluciones útiles a problemas reales para ciudadanos que, más por suerte que por desgracia, no vivimos atormentados por una dictadura, ni por una bandera, ni por los muertos de las cunetas.
Algunos pensaban que al apoyar la investidura de Rajoy iba a a ser la nueva gaviota que surcaría los mares azules, con el sobre en el pico, hacia nuevos paraísos fiscales. Otros vieron la continuidad del subvencionalismo socialista de los PER en su apoyo a Susana Díaz, pero todos han visto, mas tarde o más pronto, como poco a poco, con solvencia, sin pausa pero sin prisa, cambiando apoyos por sensatez, han ido sacando adelante leyes y propuestas razonables que han ido poniendo en orden el caos que reinaba en algunos reinos políticos. Y lo que queda por hacer. Aunque algunos ingenuos despistados a estas alturas no saben todavía por donde les vienen los golpes y tratan de defenderse llamándoles «marca blanca», cuando lo único blanco e intachable que tienen es su hoja de servicio.
Uno de estos ingenuos fue el, recién por entonces llegado desde la Bella Napoli, tan aclamado por sus huestes, como reprobado por sus víctimas, desde el rincón izquierdo, con calzón corto y buen fajador, Giuseppeeeeee Grezzi il Ocurrenti, Concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Valencia.
En aquel principio de año ponía el centro histórico de Valencia patas arriba al decretar el Macetazo en los alrededores del Mercado Central, bloqueando el acceso rodado al núcleo comercial de la ciudad. A partir de ese momento el entorno del histórico mercado valenciano pasaba a ser peatonal, territorio turístico sólo autorizado para chancletas, patines y bicicletas de alquiler, a imagen y semejanza de la Boquería catalana, pero con una sutil diferencia que desde el despacho de Grezzi no se debe percibir: la espectacular Boquería tiene un modelo de negocio orientado al turismo, precios altos, altos márgenes y altísima rotación, ya que por ella pasan diariamente más de 50.000 turistas, lo que permite a los vendedores vivir razonablemente bien sin necesidad de ventas de volumen.
El Mercado Central de Valencia es un mercado de los de toda la vida, donde 300 familias trabajan cada día y sacan a mas de 1500 empleados adelante, y donde pocas ayudas institucionales le han permitido plantearse ser un mercado turístico. Si con tu Macetazo, Grezzi, impides el acceso de vehículos al mercado estas reduciendo el tícket medio de compra, y con ello los ingresos de estos trabajadores autónomos. Las cosas no se hacen así, Grezzi. Niente. Non essere grozzi, Grezzi (No seas brutito, Grezzi).
El planteamiento que ante tal crisis urbana se hizo el grupo municipal Ciudadanos fue de lo más acertado: Fernando Giner, Narciso Estelles, portavoz y concejal del Grupo Municipal Ciudadanos, respectivamente, y algunos miembros de la agrupación de Ciutat Vella, se reunieron con los representantes del Mercado Central, y tras escucharlos decidieron pedir a la Generalitat que desbloqueara la partida presupuestaria que impedía al Ayuntamiento la financiación, y con ello la continuidad, de las obras del parking de Brujas, y la consecuente urbanización de una zona aislada desde los tiempos de Rita, permitiendo así un acceso bidirecciononal desde San Agustín y un flujo continuo de vehículos a cualquiera de los tres parking disponibles para los clientes del mercado. La idea, aunque buena, no era suya, sino de uno de los mejores urbanistas de de esta ciudad, y estaba publicada en diversos cuadernos de arquitectura urbana desde hace muchos años. Los políticos tienen que hacer lo que deben hacer y no poner en marcha una nueva ocurrencia cada día.
La solución no pareció gustar al recién llegado Grezzi. Por no ocurrírsele a el, entendemos. Pecata minuta. Ya sabemos que le gusta más el protagonismo que el queso Gorgonzolla. Sin embargo, una calurosa tarde de Junio, después de algunos tiras-y-aflojas dialécticos con el concejal Narciso Estelles, en un pleno tenso e improvisado, terminó escupiendo el tan ansiado decreto, y aunque se apuntó el tanto, como buen gobernante frente a las ideas de la oposición, fruto de aquellos polvos vienen estos lodos. Este miércoles se aprueban los pliegos del concurso de ideas para la reurbanización del entorno de la Plaza de Brujas y el Mercado Central, aunque seguimos sin tener noticias del parking.
Una prueba más de que nuestro SuperGrozzi, tan pronto sobrepasa la velocidad permitida y es el concejal con más siniestralidad sobre dos ruedas, como se salta un semáforo y deja 18 meses esperando a los vendedores del Mercado Central y comerciantes del centro histórico, que todavía no han visto entrar una máquina en el parking de Brujas, ni tan siquiera sacar a licitación el concurso que desbloquearía el tráfico de la zona.
Señor Grezzi, el comercio del entorno del Mercado Central va desapareciendo poco a poco, a la vez que los mismos valencianos hemos dejado de pasear por sus calles, y ni nos planteamos ir por la tarde a una zona que ha muerto, o la han matado. Háganos un favor. Entre al Mercado, tómese una horchata el l’Orxateria del Mercat, almuerce un medio toyineta en el Central Bar, compre en cualquier puesto de venta de frutas y verduras, del campo a su mesa, pasee por sus alrededores, pida unas tapas en el Trocet d’En Mig o una caña en el Boatella, visite a tienda de zapatillas de esparto de la calle Derechos o la de menaje de la calle del Trench, hable con los comerciantes del centro histórico, recapacite. Escuche a los vecinos y a la oposición, déjese de protagonismos, busque un consenso sensato, y no las ocurrencias a las que nos tiene acostumbrados, y solucione los problemas de los ciudadanos y los comerciantes, que son los que sufren cada día sus despropósitos y también los que le pagan su suculento sueldo.
Hágalo y hágalo pronto, o de otra forma, aquí seguirá el grupo municipal Ciudadanos para hacerle ver que, una vez más se está equivocando, y que lo que ha de hacer es #PolíticaUtil y no giocci di artificio.