Decenas de miles se concentran en Valencia por la libertad de enseñanza

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Con la Porta de la Mar como punto de encuentro, una masiva manifestación ha recorrido el centro de Valencia para demandar un espacio para la escuela concertada y la elección de los padres como criterio último y fundamental a la hora de escoger la educación para sus hijos, incluida la lengua.

El principal destinatario de las protestas es el gobierno del Consell, y más concretamente el conseller de Educación, Vicent Marzà. Varias asociaciones de colegios concertados han sido las convocantes de la manifestación, como la llamada Plataforma 27.1 ante las últimas medidas de la Conselleria. Han apoyado la protesta de los colegios el Partido Popular y Ciudadanos, que han desplazado a sus planas mayores en la Comunidad Valenciana, aunque no al frente de la marcha para evitar que se les acusase de instrumentalización política.

La gota que ha colmado el vaso ha sido la reducción de aulas concertadas, que para los colegios están llenas y son necesarias, aunque las protestas son continuación de las del año pasado, en contra de una política de Vicent Marzà que según los convocantes favorece descaradamente la educación pública en valenciano cuando en la Constitución se consagra el derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos, no lo tiene que hacer la Conselleria.

Desde que Compromís se hizo cargo de Educación en el gobierno del pacto del Botánico, ha ido desmontando una por una todas las medidas del anterior ejecutivo, cuya consellera, Mª José Catalá ha acudido a la manifestación vestida de blanco, como marcaba la convocatoria de los colegios religiosos, que por lo general han discurrido agrupados por centros desde el inicio hasta la plaza del Ayuntamiento. Durante el recorrido se han cantado lemas como «Los padres educamos, entonces DECIDAMOS!!» o «No als retalls!! Son un atemptat!!»

La eliminación del distrito único, el decreto de plurilingüísmo, la puesta en riesgo del bachiller concertado, que no es enseñanza obligatoria, y la reducción progresiva de conciertos han provocado que los afectados saliesen a las calles de Valencia, con un poder de convocatoria que no se había visto hasta ahora durante la nueva etapa de gobierno. Algunas fuentes cifran el número de asistentes en 30 mil y otras en 40 mil personas, en lo que ha sido sin duda la manifestación más multitudinaria de los dos últimos años.

 

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