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¿Quién no conoce la plataforma de mensajería WhatsApp hoy en día?
Con más de 55 millones de descargar, más de 1.000 millones de usuarios en 180 países, se ha consolidado como primera aplicación a nivel mundial de mensajería y segunda en el ámbito de red social solamente superada por Facebook.
Desde el intercambio de mensajes con otra persona, como la difusión por listas, así como la participación en grupos, WhatsApp nos permite comunicarnos con todos nuestros contactos (o al menos con todo aquel que sepamos su número de teléfono o él el nuestro). Bien, hasta ahora todo lo que he descrito para la mayoría de nosotros es obvio ya que lo usamos frecuentemente…
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¿Cuándo ha dado el salto cualitativo esta plataforma de mensajería?
En mi opinión, fue en el momento que WhatsApp fue absorbido por Facebook. Esa sinergia producida por la estabilidad de una plataforma de mensajería junto con la experiencia de comunicación como red social de Facebook hizo que, el modo que nos comunicamos con el resto a través de él se enriqueciera.
Pasando por el aumento de emoticonos, la posibilidad de incluir Gif’s animados, aprovechar los nuevos métodos de compresión de video, para poder mandarlos y recibirlos habitualmente, sin tener que sufrir constantemente por nuestro ancho de banda, hizo que fuera más amena la conversación y menos impersonal. Poco a poco este tipo de comunicación ha ido instaurándose, llegando incluso a crear un nuevo pseudo-lenguaje entre las nuevas generaciones de usuarios, a los cuales los más veteranos hemos tenido que ir adaptándonos.
Pero no quisieron parar ahí, no. WhatsApp hoy en día también es una potente herramienta de trabajo, en la cual podemos tener grupos de trabajo comunicados 24/7 compartiendo documentos, enlaces, imágenes, contactos y hasta posicionamiento GPS, todo ello ordenado en el archivo de la conversación, logrando potenciar el trabajo por la inmediatez y accesibilidad de este tipo de comunicación.
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¿Qué nos depara el futuro en esta plataforma?
Bueno, en un futuro próximo, viendo lo que están haciendo sus competidores más cercanos, lo más seguro es la implementación de una IA (Inteligencia Artificial) que interactúe en nuestras conversaciones dándonos, por ejemplo, ubicaciones o sugerencias de sitios de interés cuando estemos hablando de ello con otros, o incluso llegando a responder por nosotros si en ese momento estamos ocupados en otros menesteres.
Por supuesto, poco a poco la implementación con la red social Facebook se irá viendo más evidente y posiblemente no todo sea de nuestro agrado. Ya se están oyendo ecos de que en breve WhatsApp irá incluyendo anuncios publicitarios dentro de nuestras conversaciones según vean nuestras tendencias de consumo. En contrapartida se espera que la integración con Messenger de Facebook haga que aprovechemos la estabilidad de WhatsApp con la potencia de este último. Esto también haría por ejemplo el que podamos tener la funcionalidad de pedir transporte con la empresa Uber, todo dependiendo claro esta del país en que nos encontremos.
Lo que sí parece que se está demostrando es que la tendencia es de poco a poco ir convirtiéndose en una plataforma de contenido global donde además de ofrecer su servicio gratuito de comunicación, también pueda tener su tienda de aplicaciones, juegos, micro transacciones y otros tipos de servicios premium para los usuarios.
El límite de donde pueda llegar dependerá del impedimento tecnológico del momento en que nos encontremos y la imaginación de sus programadores, las posibilidades pueden llegar a ser infinitas. Solo el tiempo nos lo dirá.