Como lobos rabiosos han caído todos los grupos políticos sobre Albert Rivera al destapar las vergüenzas del llamado Cuponazo, el cupo fiscal vasco, que coloca a Euskadi en clara ventaja económica respecto al resto de las autonomías.
Los únicos idealistas no vendidos a la política del compadreo que también han votado en contra del Cuponazo han sido los valencianos de Compromís. Tuvieron que llegar dos nuevos partidos a la política nacional, Ciudadanos y Compromís, para que empiecen a destaparse algunas de las cloacas del estado, las que de verdad importan, las que nos tocan el bolsillo a todos los ciudadanos.
Incomprensible la actitud de Podemos, que ha replicado no sé qué de una reforma fiscal para las grandes fortunas que nada tiene que ver con Albert Rivera ni con Ciudadanos. De PP y PSOE nos lo esperábamos pero los morados decían que venían a regenerar la política y se han quedado en nada, queriendo hacer amigos sin ningún criterio o con criterios diferentes en según qué sitios. ¿Ustedes se imaginan a los del 15M votando en las plazas a favor del Cuponazo?
La pifiada república catalana ha removido las entrañas del estado y los españoles ya no estamos dispuestos a tragarnos más cuentos, ni históricos ni sentimentales, a tanto por uno, San Bruno. Todos los grupos parlamentarios se han echado encima de Albert Rivera pero la opinión pública española está con el catalán, porque estamos hartos de privilegios y componendas.
Daba hasta pena escuchar a la representante del PNV clamando en el Congreso que el Cuponazo no es ningún privilegio ni componenda, cuando todos sabemos que sí, que no hay experto económico capaz de negar que el Cuponazo supone un sustancioso beneficio económico para la administración foral vasca en detrimento de las demás, empezando por la valenciana.
Y mientras tanto media España arruinada, endeudada y con sus servicios públicos básicos en estado de excepción, precisamente por culpa del deficiente modelo de financiación autonómica, cuya reforma ahora populares y socialistas amenazan con retrasar aún más. Me entra la risa floja cuando leo o escucho que Madrid es el origen de todos los males de los valencianos, cuando los madrileños son los que más aportan a la caja común, no como los insolidarios del Cuponazo.
Albert Rivera y Ciudadanos hemos venido a cambiar la política de este país y hoy con la denuncia del Cuponazo se ha dado un gran paso en pos de la igualdad de oportunidades para todos los españoles. Pondrán de vuelta y media al líder de Ciudadanos a pesar de que su discurso ha sido impecable, no en vano estamos en la campaña electoral catalana, pero al final se impondrá la justicia y la equidad. Los que nos roban son otros y empezamos a ver quienes son los privilegiados. Hasta los vascos, que también están hartos de que los cuezan a impuestos, se acabarán dando cuenta de que el sistema es injusto e insolidario, es cuestión de tiempo.